domingo, 1 de diciembre de 2013

EL PENSAMIENTO Y LA FELICIDAD

Se define felicidad como estado de ánimo de la persona que se encuentra plenamente satisfecha al tener lo que desea o disfrutar de una cosa buena. La relación entre felicidad y pensamiento racional varía dependiendo del individuo.

Por ejemplo, para Aristóteles la vida más humana era la vida contemplativa, es decir, la que es dedicada a la inteligencia y la razón, al pensamiento. Es decir, para Aristóteles la relación entre pensamiento racional y felicidad era que cuanto más explicación racional, más felicidad.

En cambio, la mayoría de la gente es más feliz cuanto menos pensamiento racional. La gente prefiere no pensar demasiado y dedicarse a otras cosas. Por ejemplo, la mayoría de las personas están más interesadas en saber el marcador de su equipo favorito o cuando empieza la siguiente temporada de una serie antes que saber como se formó la Tierra y cual será su trágico final. Nos asustan los cambios que una explicación racional pueda introducir en nuestras vidas, y por ello las evitamos, preferimos no conocerlas.

Aunque es cierto que, antiguamente, el porqué de las cosas se explicaba mediante la explicación mítica, las acciones de unos personajes trascendentales eran la causa de que el mundo fuera como es. Y era una explicación del mundo, aunque no fuera una respuesta racional. Incluso creían antes en un Dios que hubiera creado el mundo que en un hecho observado. Y eso no ha cambiado del todo. No voy a meterme en el debate de si Dios existe o es un mito, porque no lo se. Solo se que la mayoría de las veces es más fácil creer en un ser sobrenatural que en un hecho científico.